Volviendo a la bodeguita de las que os hablaba en días anteriores, ayer fue tan singular como el día anterior. Llegaron dos parejas de edad madura, madura, muy bien arregladas, abrigo de pieles las señoras y capa española los caballeros. Se suponen que venían del teatro o algún otro evento, pero por la hora que era no habían cenado y estuvieron un gran rato entre montaditos, chicharrones de Cádiz y canastita de cacahuetes, regados con buen vino o cerveza.
Todos muy en su papel cuando, de repente, dice Miguelito el dueño de la bodeguita... en voz alta y para todos los clientes, ¡¡¡¿"os pongo unos chochos"?!!!...., bueno os explico, popularmente se le dice ese nombre, al altramuz, fruto de esta planta, comestible, de forma redonda y achatada y de color amarillo. Se suele comer después de haber estado un tiempo en salmuera. Las mujeres que habíamos en la bodeguita, y mirándonos de reojo, sonreíamos, porque siempre nos ha dado mucha vergüenza ese sinónimo al altramuz. Y creo, que a los hombres les encanta decir esa palabra en voz alta..., jajajaja!!!! ya observado en algunas ocasiones.
Sigamos con los personajes del sitio. Nosotros estábamos en la barra de la bodeguita cuando se acerca un hombre de unos 40 años preguntando donde podía conseguir carteles de toros. Mirad, intento explicar la peculiaridad del sitio porque desde luego es para conocerlo.
Mis amigos y yo, nos mirábamos y las risas iban y venían al ver, escuchar y poder disfrutar junto a unos martinis las conversaciones, las ocurrencias de cada cual.
Que buenos ratos con gente agradable, competente y con ganas de dar los mejor de cada cual, y cada cual, con sus problemas pero en esos momentos, quedan en un rincón y disfrutamos.
Rive Gauche
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