...Tan solo nos queda leernos... en ese rinconcito del mundo tan grande que existe hoy con tanta tecnología. Nadie lo sabe, nadie sospecha. El silencio me mata, ya me ha abierto mi corazón en dos y no se como volver a unirlo. Me incitó a escribir el AMOR, así, con letras grandes, en mayúsculas, como una explosión de cohetes de mil colores, que pervive, que se resiste como un caballo desbocado ante unas cuerdas que se retuercen y retuercen...
Así empezó Paula a contarme su historia de amor y esto me decía con los puños cerrados de dolor y sin poder ayudarla. ¿Como se consuela a una mujer en este estado?. No es desamor es impotencia, es dolor. Quien lea esto y haya estado en esta situación lo entenderá.
Y a continuar porque estamos vivos, pero con esas cicatrices en el alma que nadie ve ni detecta y a lo mejor la pueden observar terceros, pensando que todo es maravilloso en esa persona...
Me acuerdo cuando mi abuela me contaba historias de amor, de sus tiempos, pobrecita, si viera ahora a mi amiga se daría cuenta que el AMOR, no cambia, los SENTIMIENTOS, no cambian, cambian los tiempos, la vida, las personas, porque nos vamos..., y se repite y repite ...que mundo tan complejos, ¿verdad?
Cuando Paula se tranquilizó, yo empecé a cortarle la mía..."Hubo una vez una playa...había un muchacho moreno con un bañador rojo, fumando en pipa, que leía un libro muy gordo muy gordo y miraba de reojo..."
Todos tenemos cicatrices de AMOR, bendito AMOR...
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