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El tiempo hace estragos en el ser humano, cuando somos jóvenes tenemos una cabeza nada amueblada y no nos damos cuenta de que nuestras elecciones si son buenas,  perfecto,  pero si son regular, las pagamos de por vida. Hace días,  hablaba con una persona completamente compungida, no llegaba a 68 años pero parecía que tenía 93,  se sentía gafe, desgraciada y yo que la conocí joven parece mentira cómo podemos dejarnos ir con nuestro futuro desafortunado. Y esa persona al menos tiene un hobby y es hacer el bien a cada cual y sigue ejerciendo de su profesión,que por cierto era muy buena en lo suyo pero siempre está triste, negativa y sólo le queda en su tiempo libre,   ver un documental en TV2 comiendo almendritas. Me causó tristeza cuando se sinceró porque no podía imaginar que después de 25 años casado con la misma persona pudieran ocurrir estas cosas.

Mi amiga Esperanza, toda la vida enamorada de su pareja,  nunca se casó, siendo maltratada psicológicamente y ahora con el paso de los años él envejece aceleradamente por no cuidarse,  le da un ictus y ella está al pie del cañón, cuidándolo,  trabajando porque ni están bien económicamente y encima arruinados. Otra persona que conozco que se llama Jorge se jubila, al año se jubila su mujer y el cuerpo de casa lo sigue haciendo él,  me sorprende la de vueltas que da la vida porque además cuando le preguntas te dice:... es que claro como estoy jubilado .... menos mal que también tengo historias buenas que contar a mi alrededor... gente que se han querido durante toda la vida y ahora después, lo han conseguido..., están juntos y son felices, gente que se han divorciado aún no queriendo divorciarse  y han encontrado la persona adecuada para seguir en paralelo y compartir lo que queda de vida y otros en soledad,   también compartiendo ratos porque al final la vida son ratos y tendríamos que tender a que fueran lo mejor posible sin condicionamiento ni órdenes y siempre haciendo dentro de unas medidas lo que a uno le haga sentir bien. Es curioso como la sociedad nos obliga a hacer unos determinados formalismos sociales y la vida que es corta, pero se hace larguísima cuando no te sientes  como deberías... Y como se acoplan a la desgracia... al día día gris, a la monotonía. Hay vidas que son un sin sentido.

Rive Gauche


 

 

 

Relatos de una bodeguita muy particular III

 

 

Los días transcurren y volvemos al lugar de encuentro en la bodeguita. Julio más calmado que de costumbre por  un problema muy cercano hospitalario, estaba más serio que lo normal que es de entender... aun así nos reímos con sus metáforas  y el cuerpo humano. Sorprendida, siempre,  de la buena gente que hay en el lugar...  Empezando por Miguelito que nos permitió el lujo de estas más de 9 horas compartiendo charlas, poesía, entre cervezas, mosto, montaditos y hasta hubo baile por sevillanas y hasta a tríos y todo, Jaime baila fenomenal, elegante y masculino, arropaba las cinturas de las mujeres en el baile.Y que ya me gustaría se repitiese  este día tan bueno  en la feria. Vaya comunicación y entendimiento sólo con mirarse a los ojos.... Concurrida la velada hubo arrumacos, sesión de fotos, consejos espirituales se intercambió con propósitos profesionales  para trabajos en equipo,  y hasta consejos  estéticos, vamos, que no hubo en ningún momento desidia o aburrimiento. Al final, quedamos para dentro de dos semanas para volver a compartir otra  tarde de primavera  ..  esta vez... mi amigo Hugo, traerá unos chocos  de su tierra... que entienden y son expertos y me he comprometido  a cocinar unas papas con chocos  a la antigua usanza que es como yo cocino... a fuego lento ...y los deleitaremos en nuestra bodeguita, juntos otra vez todos para volver a nuestras risas y nuestras conversaciones.
Rive Gauche

 

Házmelo...

 

Házmelo...

 

solo con verte de frente,

aunque lejos de mi todavía, los pensamientos se me agolpan,

porque ni tu mismo sabes lo que te espera...

 

El corazón se da prisa junto con la mirada y las manos

para agarrar estas horas que tenemos por delante,

no son horas, presiento que serán días... años...

 

 

 

 

 

 

En el lecho sucumbimos ambos queriendo sin querer,

porque todos los sentidos interactúan a la vez...

Nos miramos,

nos tocamos,

nos saboreamos,

con respiración agitada, nos olfateamos,  

nos escuchamos y a la vez,

otros sentidos que ni se saben que teníamos aparecen.

Son solo nuestros,

nunca aparecieron con nadie...

 

Házmelo...

lento...

no tengas prisas...

las estrellas ya son nuestras,

solo tenemos que recogerlas,

están junto a nosotros... ¿y sabes?

Ya nunca se irán de nuestro lado...

Rive Gauche

 

 

 

Los gestos dicen mucho de las personas.-

 

 

 

 



 

 

 

Me gusta observar a la personas en distintos sitios, paseando por una playa, almorzando en un restaurante, esperando un bus, esperando dentro de tu coche que el semáforo te sea favorable para volver a iniciar tu marcha, en un duelo..., por los gestos, incluso sin escuchar lo que hablan las personas transmiten mucho. Puedes deducir si están discutiendo, hablando de bobadas de enamorados hasta la médula, si están tristes sin ver sus lágrimas, preocupación, implicación, afabilidad....

 

He estado recientemente en un funeral, sitio, donde algunas veces provoca situaciones de risas implacables, debido, creo,  que a la tensión acumulada. No era el caso, era un funeral cercano, pero me preocupaba mas el dolor de mi amiga, porque su madre, ya descansó. Aunque nos abrazamos varias veces, lloramos, y no paraba de decirme lo mucho que me quería, solo quería estar a su lado, transmitirle que me tenia cerca, mientras ella atendía a amigos y demás familiares. Y allí me encontraba con sus hermanos, cerca, sin mediar palabra, pero no hacia falta. No tenia ganas de charlar, en ese momento era el momento de ellos, de su dolor, de su tristeza y había que apoyarlos, aunque fuera solo con un mirar de ojos, con tu presencia. La gente se dispersa en un funeral porque desgraciadamente es el lugar de encuentro de mucha gente que nunca se ven, y obligatoriamente coinciden en este sitio. Y lógicamente en función de la cercanía, amistad, se entabla conversación, claro que si.

 

Cuantas cosas pensamos cuando vamos a un funeral. Pero de todas las que podamos pensar, vale la pena vivir, vale la pena compartir y sobre todo disfrutar de muchísimos momentos para ser un poco feliz, de la importancia de pequeñisimos momentos que tenemos cualquier dÍa y no valoramos. No vale decir, esto lo dejo para mañana..., o esperaré a estrenar este conjunto cuando llegue la ocasión..., todos los días son una ocasión para vestir bien, para reir, para hacer el amor, para estrenar ese conjunto sugestivo..., para reuniones amistosas y para VIVIR.

Rive Gauche