Mañana llega una semana grande en mi ciudad. Una semana donde hay gente que cuenta los días para que llegue. Si, cuentan los días. En algunos bares cofrades, hay una pizarra pequeña donde apuntan día a día, como avanzan hasta llegar a mañana, Domingo de Ramos. Solemos tener un tiempo maravilloso donde reluce el día, reluce las personas, la ciudad. Nos ponemos nuestras mejores galas y salimos a la calle a compartir olores y colores. Todo un espectáculo. Acompañados de amigos y familiares, nos damos citas en una iglesia o en otra para visitarlas y contemplar las imágenes y pasos que veremos a lo largo de la semana. Es una semana de emoción, mientras tengo el recuerdo de cuando en mi casa, colgaban las túnicas de mi padre y mis hermanos planchadas por mi madre y preparando todos complementos. La gastronomía también es importante, el bacalao, las torrijas de vino y huevo, vaya herencia que me ha dejado mi madre!!!!. Y todo esto escuchando marchas de Semana santa junto con el incienso ardiendo que en mi casa no falta. Cuantos recuerdos...
Para colmo hemos tenido la gran suerte de coincidir, viernes de Dolores y al día siguiente día de San José, ( que no recuerdo antes cuando sucedió), con que recibíamos felicitaciones y al día siguiente se devolvían con gran ilusión también.
Aquí todos pendiente del tiempo que se augura un poco regular para que salgan procesiones, nazarenos, monaguillos y todos a verlos con gran color. Aún así, estaremos cerca de los amigos aunque sea para vernos y estar un rato juntos.
Rive Gauche
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