..El ojo de Hermógenes solo veía en mi un saco de humores, una triste amalgama de linfa y de sangre. Esta mañana pensé por primera vez que mi cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo más seguro y mejor conocido que mi alma, no es mas que un monstruo solapado que acabará por devorar a su amo...
Fragmento "Memorias de Adriano"
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