Dedicado a mi madre...

Mi madre, es una gran señora,  de los pies a la cabeza. Y no por su belleza física, que también. Su belleza interior es la que hace, que hoy, le esté dedicando estas palabras, que nunca serán suficientes para describirla al completo. Me ha dado ternura, cariño, confianza, amor, lealtad, respeto, complicidad. Nos llevamos 37 años y cuando tenemos nuestros momentos de charlas, es como si habláramos dos amigas de la misma edad. Hablamos de política, de divorcios, de la vida, de la guerra, de sus tiempos - tan duros y difíciles para esta generación  -,  pero todo con tanta naturalidad que se te olvida que es octogenaria. Está completamente actualizada en la vida de hoy. Es tolerante con temas tan delicados e importantes como la homosexualidad, el aborto..., lo razona con una sensibilidad y habla con tanto respeto, que te impresiona y a la vez la engrandece. Tiene cinco hijos, donde a cada uno de ellos, le ha dado el sitio que le corresponde, que se merecen, por esto, han crecido y se han hecho hombres y mujeres de bien, con seguridad en si mismos, mirando de frente siempre a la vida, trabajadores, honestos siendo buenos hermanos, padres y madres, siendo buenos hijos, siendo en definitiva, buenas personas. Mi madre es un ser maravilloso que he tenido la suerte de que me engendrara, me educara y me enseñara, parte de la vida, que con orgullo, se las estoy enseñando a mis hijos, para que crezcan sanamente mentalmente.

 

"El amor de madre es el combustible que le permite a un ser humano hacer lo imposible"

Extraído de Reinos del Mar ,abril del 2012. -(05/08/24 al 20/02/17)
Rive Gauche